Un escaneo aéreo publicado en 2023 permitió identificar pirámides, plataformas, canchas y viviendas en el sitio arqueológico de La Crucita, ocultas bajo la vegetación y el terreno volcánico.
Zacapu, Michoacán (Agencia Tzacapu).-Un nuevo estudio publicado en 2023 utilizando tecnología LIDAR (Light Detection and Ranging) ha revelado más detalles de la compleja ciudad prehispánica bajo la superficie de La Crucita, un importante sitio arqueológico localizado al poniente de la ciudad de Zacapu. La investigación confirma la presencia de múltiples estructuras monumentales que habían permanecido ocultas durante siglos por la vegetación y la topografía volcánica.
Gracias a esta tecnología, que emplea sensores láser montados en drones o aeronaves para penetrar el follaje y obtener un modelo tridimensional del terreno, los arqueólogos lograron identificar con claridad varios elementos arquitectónicos de gran escala. Entre ellos se encuentran:
- Una gran pirámide central, correspondiente al núcleo ceremonial del asentamiento.
- La plataforma de El Palacio, posiblemente relacionada con funciones rituales o administrativas.
- Dos canchas de juego de pelota
- Terrazas habitacionales con decenas de viviendas prehispánicas.
- Una planificación urbana adaptada al difícil entorno del malpaís volcánico.
“La imagen es contundente: bajo los árboles y los campos agrícolas se esconde una ciudad planificada, con una densidad y complejidad que rivaliza con otros grandes centros del Posclásico en el Occidente de México”, comentó uno de los investigadores involucrados en el análisis.
Un sitio con historia y simbolismo
El área escaneada corresponde a aproximadamente 50 hectáreas sobre una antigua colada volcánica, justo al pie del manantial de La Zarcita, que alimenta la Laguna de Zacapu. Aunque ya había sido explorada desde el siglo XIX por figuras como Carl Lumholtz, es ahora, con el apoyo de herramientas digitales, que se puede comprender su verdadera magnitud.
Los hallazgos confirman y amplían las investigaciones arqueológicas previas que datan el origen del asentamiento hacia el año 800 d.C., alcanzando su apogeo entre los siglos XII y XV. En ese periodo, La Crucita fue parte de un proceso de urbanización regional junto con sitios como Las Milpillas, El Malpaís Prieto y El Infiernillo.
El sitio ha sido identificado como la antigua ciudad de Zacapu Tacanendan, mencionada en fuentes del siglo XVI como un centro ceremonial relevante. Según crónicas históricas, el irecha o rey purépecha acudía desde Tzintzuntzan en una peregrinación anual para rendir tributo al dios Curicaueri.
Ciencia viva, tradición presente
La Crucita sigue siendo un sitio vivo para los habitantes de Zacapu. Cada 3 de mayo (Día de la Santa Cruz) y 4 de octubre (Día de San Francisco), decenas de personas ascienden en procesión hasta la cima del sitio, combinando devoción religiosa con el respeto por el pasado indígena.
“El LIDAR no solo nos da una nueva imagen del pasado, también fortalece el vínculo entre la ciencia y la comunidad. Hoy sabemos con certeza que caminamos sobre una ciudad sagrada”, concluyó el equipo investigador.
Con estos descubrimientos, Zacapu reafirma su lugar como una de las regiones clave para entender la historia antigua del Occidente mexicano, y La Crucita se consolida como un patrimonio arqueológico que merece protección y difusión.
